En el año 1998 un hacker dejó constancia de la existencia de un fallo de seguridad que podría permitir “tirar abajo” el servicio de Internet en aproximadamente 30 minutos.
Aunque se acordó buscar una solución para el problema como una “prioridad vital”, hoy en día sigue sin resolverse.
El fallo es aprovechado todos los años por algunos hackers para interceptar información sensible o para boicotear sitios web.
Cada día que pasa, la dependencia de Internet es cada vez mayor, tanto para particulares como para las diferentes empresas, por lo que las futuras desconexiones podrían afectar de forma muy negativa a los diferentes sectores.
Aunque se piensa que el principal motivo de que se produzca una desconexión podría ser un ataque realizado por un hacker, en realidad no es así.
Es más probable que se produzcan desconexiones debido a sus defectos de diseño (principalmente derivados de la gran apertura de la red de redes).
La clave está en que cada proveedor define cómo enviar la información tomando como base únicamente las indicaciones de otros proveedores implicados. No hay un estándar para definir esto, lo que puede generar errores e ineficiencia.
El problema está claramente en el sistema de enrutamiento, y la solución es difícil. Este sistema ha permanecido sin cambios más de una década y aunque parece que se van realizando mejoras, los especialistas no se ponen de acuerdo para lograr una solución definitiva.
José Francisco Lendínez Echeverría
Áudea Seguridad de la Información
www.audea.com