Las autoridades estadounidenses han anunciado este lunes lo que constituye el mayor caso de robo informático de datos llevado a juicio en ese país. Más de 130 millones de números de tarjetas de crédito y débito fueron robados por un ‘cracker’ de Miami y dos compinches rusos.
Albert ‘segvec’ Gonzales, un informático de 28 años de Miami, y sus colaboradores han sido acusados de irrumpir en las bases de datos de cinco compañías. Los números fueron robados de Heartland Payment Systems (un sistema de procesamiento de pagos con tarjeta) y las cadenas de comercios 7-Eleven Inc y Hannaford Brothers Co. Las otras dos víctimas no han sido identificadas. Heartland dio a conocer el robo a finales de enero.
Segun los fiscales, Gonzales y sus dos compinches —que no han sido identificados— se dirigieron a las mayores compañías escrutando la lista de la revista ‘Fortune’ de las 500 principales compañías y exploraron sus páginas web corporativas para identificar sus puntos flacos.
Los sospechosos pretendían vender los datos a otros que los utilizasen para hacer compras fraudulentas.
Primero, los criminales fueron a establecimientos para identificar el tipo de máquinas de pago que utilizaban. «A partir de octubre de 2006, Gonzales y sus conspiradores investigaron los sistemas de tarjetas de crédito y débito empleados por sus víctimas; idearon un sofisticado ataque [un ‘SQL Injection’] para penetrar en sus redes y robar los datos de tarjetas de crédito y débito; y después enviaron esos datos a servidores que operaban en California, Illinois, Letonia, Holanda y Ucrania», indica el Departamento de Justicia en una nota.
«Se cree que el esquema constituye el mayor caso de hackeo y robo de identidades juzgado por el departamento de Justicia de EEUU», dice el comunicado.
Gonzales está en la cárcel desde mayo de 2008 a la espera de ser juzgado por otro ‘cribercrimen’ junto a varias personas. Le acusan de haber participado en el ‘crackeo’ de la base de datos de la cadena de restaurantes Dave & Busters.
En septiembre empezará este juicio y, el año que viene, está previsto que sea juzgado por el que iba a ser su gran golpe. Se enfrenta a 20 años de cárcel.
Fuente: www.el mundo.es