Áudea implantó el teletrabajo hace ya siete años, un sistema que sólo existe en el 27% de las empresas españolas
El teletrabajo no termina de despegar en España. Y es que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, sólo el 27% de las empresas de nuestro país tiene implantado un sistema de trabajo en remoto. No obstante, Áudea hace ya 7 años que decidió apostar por este modelo laboral que todavía es más minoritario si nos fijamos exclusivamente en el sector de las pymes, al que pertenece esta empresa. Actualmente Áudea cuenta con un sistema sólido de teletrabajo construido a base de explorar distintas alternativas y aprender de los errores.
A continuación, diversos miembros del equipo de Áudea cuentan su experiencia con el teletrabajo; vivencias y opiniones personales que tal vez puedan ayudar a otras empresas a tomar las decisiones más adecuadas en lo que respecta a esta fórmula laboral surgida a raíz de las Tecnologías de la Comunicación y la Información.
Jesús Sánchez, director ejecutivo de Áudea, explica que la opción del teletrabajo surgió como una alternativa para situaciones “extraordinarias”. Por ejemplo, si un consultor tenía una reunión en las oficinas del cliente, el consultor no volvía a la sede de Áudea tras el encuentro, sino que terminaba su jornada laboral desde su domicilio. No obstante, poco a poco las situaciones extraordinarias se convirtieron en habituales y se encontraron con que su amplia oficina, ubicada por aquel entonces en el Centro Empresarial Europa de Las Rozas, estaba casi vacía. Ante esta situación, decidieron trasladar la sede a una pequeña oficina en la calle Velázquez de Madrid, que sirviera como lugar de reuniones y apostar completamente por el teletrabajo. No obstante, al cabo de un par de años se dieron cuenta que había empleados que no conocían a muchos de sus compañeros; cada uno sacaba su trabajo adelante pero se había perdido el sentimiento de pertenencia a un equipo y por ello decidieron regresar al mismo complejo empresarial en el que habían estado años antes.
Desde entonces, impera en la empresa un modelo mixto en el que unos acuden a la oficina y otros trabajan en remoto, según sus propias preferencias y necesidades, una fórmula cuya principal ventaja es, en opinión de Sánchez, “que favorece la conciliación”.
Conciliación de la vida familiar y laboral
Precisamente el tema de la conciliación de la vida laboral y familiar es un aspecto clave para todos los padres y madres de la empresa, a quienes, además del teletrabajo, se les otorga flexibilidad horaria.
Por ejemplo, Elena Ortega, responsable del departamento financiero de Áudea, es madre de dos niñas de 6 y 4 años. Ambas nacieron mientras ella trabajaba en esta empresa y nos cuenta que la Dirección le ofreció varias opciones para poder conciliar la vida laboral con la familiar antes de que ella misma lo solicitara.
Actualmente, Ortega sigue trabajando a jornada completa (nunca se planteó solicitar una reducción de jornada, una alternativa a la que desafortunadamente muchas personas y especialmente mujeres se ven obligadas a acogerse tras el nacimiento de sus hijos) y dispone de flexibilidad horaria. “Gracias al teletrabajo consigo estar más presente en el día a día de mi familia. Me aporta tranquilidad y satisfacción personal por la confianza que la empresa tiene en mí como trabajadora y persona”, concluye.
No importa donde residas
Otro aspecto curioso de Áudea, que sin duda es consecuencia directa del teletrabajo, es que la empresa, con sede en Madrid, tiene en plantilla a trabajadores que residen en otras provincias. De hecho, algunos de ellos ostentan cargos de cierta responsabilidad, como es el caso de la sevillana Elisa Sánchez, Talent, Sales & Marketing Manager de Áudea o de la vizcaína Nerea Sertucha, responsable del departamento de e-Learning.
Esta última empleada, que lleva casi dos años en la empresa, cuenta que la posibilidad de trabajar desde casa y la flexibilidad horaria para conciliar la vida familiar y profesional, fueron razones “muy importantes” para incorporarse a Áudea. “Si hubiese sido de otra manera, es muy probable que no hubiese podido aceptar ya que tengo una familia y estamos asentados aquí… por lo menos por ahora”, manifiesta. También explica que su día a día es como el de otro empleado que acude a la oficina: “recibo llamadas de clientes directamente en mi teléfono, tengo acceso al servidor remoto y me comunico por Skype en el día a día y si es necesario realizo alguna reunión por esta vía”.
Otras ventajas…
Por otro lado, dos veteranos de la empresa, Iván Ontañón y Karol Sedkowski, ambos consultores legales, coinciden en señalar como ventajas del teletrabajo el ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos y comidas, el aumento de la productividad y que permite organizar la carga productiva de la manera más conveniente para cada uno. Además, “terminar la jornada en casa te permite comenzar otras actividades directamente”, observa Ontañón.
… pero también inconvenientes
No obstante, el régimen de trabajo en remoto también tiene sus desventajas y sus requisitos.
En primer lugar, según señalan tanto el director como la responsable del departamento financiero, el teletrabajo sólo es factible si existe disciplina y responsabilidad por parte del trabajador y hay una total confianza entre todas las partes.
Por otra parte, la hiperconexión y la dificultad para separar tiempo de trabajo de tiempo de ocio son algunas de las desventajas que se suelen atribuir a este modelo. A este respecto, desde la compañía lo tienen claro: el horario de trabajo y la dedicación debe ser la misma que en la oficina y el entorno de trabajo debe ser cómodo, seguro, sin distracciones y garantizar la confidencialidad de la información.
Además, otra recomendación de buenas prácticas establecida recientemente es la de no enviar correos después de las 19:00h. Con todo ello, se pretende que el trabajador no viva permanentemente conectado, que pueda desarrollar adecuadamente su vida laboral y familiar, pero sin que el teletrabajo sea un dispendio de sus obligaciones.
Sin embargo, no siempre es fácil. José Carlos Moratilla, responsable del departamento legal, recuerda que antes del teletrabajo la empresa adoptó un horario más europeo (de 8.00 a 17.15 con 45 minutos para comer). “Pero este horario también es una rareza en el sector empresarial. En una empresa que prioriza satisfacer las necesidades del cliente en tiempo record, el consultor también se siente atado al horario de su cliente. Combinar este factor con el teletrabajo es un peligro para la vida personal del empleado”, señala.
No obstante, Moratilla está convencido de que los horarios de las empresas también cambiarán: “Hace años era impensable no trabajar los viernes por la tarde, o tener jornadas intensivas en verano. Hoy en día es algo común en las empresas. En Francia ya hubo iniciativas serias para adelantar los horarios de cierre de las empresas a las 18.00. Y no nos olvidemos de que fue una de las promesas del PP en las últimas elecciones. Es complicado y tardará en conseguirse, pero acabará llegando”.
¿Puedo sentirme compañero de alguien a quien nunca he visto en persona?
También se suele acusar al teletrabajo de dificultar la creación de una cultura corporativa. Y esto en Áudea lo pueden certificar. De hecho, según el director de Áudea el principal inconveniente que tiene el teletrabajo es que “pierdes el sentimiento de pertenencia a una empresa” y este es el motivo por el que tras varios años en el que la norma era el teletrabajo, desde hace unos meses hayan pasado a un sistema mixto teletrabajo-presencial. Actualmente no hay turnos fijos de asistencia a la oficina, sino una serie de buenas prácticas de acuerdo a las cuales los consultores y los comerciales pueden estar semanas sin acudir por necesidades del cliente, mientras que el resto del la plantilla (personal de administración, marketing y dirección) tienen flexibilidad.
Con respecto a este asunto, entre los trabajadores hay diferentes puntos de vista. Por ejemplo, Sedkowski considera que “los que trabajamos en Audea desde hace años ya nos hemos acoplado a este sistema y no percibimos tanto el aislamiento, esto podría ser más propio de los recién incorporados” mientras que Ontañón opina que “es importante mantener un cierto equilibrio entre teletrabajo y oficina, la asistencia a reuniones de departamento con carácter periódico o asistir a la oficina y comer con los compañeros creo que es algo muy positivo”.
En general, el balance que realizan del teletrabajo tanto los directivos como los empleados a los que se les ha consultado es positivo. Y es que, todo tiene sus ventajas e inconvenientes pero en Áudea parecen haber alcanzado un buen equilibrio tras aunar la comodidad de trabajar desde casa con el sentimiento de pertenencia a un equipo que se genera cuando acudes a la oficina.
“¿Lo recomendaría a otras empresas?”, se le pregunta al director. “Por supuesto”, responde inmediatamente, a lo que añade: “pero siempre hay que tener una serie de normas que definan las reglas del juego. El teletrabajo no es un derecho, ni un premio, ni una exención de obligaciones. Sólo es otra forma de trabajar, con muchas ventajas y algunos inconvenientes”.
Laura J. Vindel
Departamento de Marketing & Comunicación