Existe un término que está de moda desde hace ya algunos años en España dentro del mundo empresarial, este término es Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social Empresarial (RSE), quieren decir lo mismo, con lo cual es indiferente utilizar uno u otro.
RSC o RSE puede definirse como la contribución activa y voluntaria de las empresas al mejoramiento social, económico y ambiental con el objetivo de mejorar su situación competitiva y su valor añadido. Esto significa que una empresa, además de lograr una cuenta de resultados económicos positivos y aumentar su valor, debe ser viable a corto y medio plazo por su aportación al desarrollo sostenible tanto de su entorno como del planeta, siempre con respeto a los derechos humanos.
Cada vez existe un mayor número de empresas que son conscientes de que pueden ayudar al desarrollo sostenible enfocando sus estrategias empresariales a favorecer el crecimiento económico de sus empresas, aumentando así su competitividad en el mercado, y al mismo tiempo garantizar la protección del medio ambiente y de las personas menos favorecidas, fomentando de esta manera la «Responsabilidad Social», siempre teniendo en cuenta a los consumidores.
Un punto muy importante que no debemos olvidar es el tratar de involucrar a empleados, clientes, proveedores,… en nuestro proyecto de RSC, ya que cuanto más gente esté implicada en el proyecto más positivos serán los resultados.