Desde hace unos meses en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza se ha implantado un sistema de videovigilancia. Las cámaras que se instalaron en la sección de Traumatología a finales de febrero en seguida han generado malestar entre los trabajadores. El hospital en sus explicaciones sostiene que es para garantizar la seguridad, y que desde que instaló las cámaras de seguridad, los robos y hurtos casi han desaparecido por completo y hace unos años constituían un gran problema.
En concreto, uno de los aparatos está colocado en el pasillo de acceso al comedor y a uno de los dormitorios de los médicos grabando las imágenes las 24 horas al día.
Profesionales consultados mostraron su malestar por la colocación de esta cámara que, aseguraron, no cuenta con ningún dispositivo o pegatina que indique su presencia y está ubicada en una zona bastante “restringida” al personal del centro.
Incluso algunos precisaron que se encuentra escondida para que nadie se percate de su existencia. La propia página web del sindicato médico Cesm alerta desde el miércoles de la instalación de esta cámara.
De acuerdo con la instrucción 1/2006 de la Agencia de Protección de Datos referente a la utilización de los sistemas de videovigilancia, es obligatorio informar adecuadamente mediante la colocación de forma visible de un cartel en la zona videovigilada, indicando al responsable del tratamiento y la dirección donde los afectados podrían ejercer sus derechos. La obligación que persiste incluso, cuando no se graben las imágenes. Conforme a la normativa vigente en materia de protección de datos, se debe evitar la colocación de las cámaras en zonas donde podría vulnerarse la intimidad de las personas, especialmente cuando se trate de vestuarios, aseos etc. Además, siempre hay que valorar la necesidad de la implantación de los dispositivos tan agresivos y es posible que habría que reconsiderar si hay otros medios menos gravosos que cumplirían igualmente con la finalidad de garantizar la seguridad por lo menos en esta zona.
FUENTE: HERALDO.ES