¿Estamos dispuestos a renunciar a las ventajas que ofrece el tener un trato personal que fomenta las relaciones sociales, tan importantes para la gestión y/o el cierre de proyectos y consecución de grandes negocios?.
La llamada nueva normalidad nos impone una nueva realidad virtual en la que nuestro día a día se reduce a estar delante de un ordenador manteniendo reuniones por videollamada , participación en webinars y eventos virtuales a través de infinidad de plataformas y reduciendo así la comunicación a una pantalla con personas detrás, perdiéndose en cierta manera, la capacidad de poner en práctica habilidades sociales donde la presencia, el lenguaje corporal, la escucha activa, la cercanía o incluso el tono de voz empleado contribuyen directamente en la consecución de resultados.
Obviamente la pandemia del Covid-19 ha marcado un antes y un después tanto a nivel personal como profesional. El teletrabajo ha venido para quedarse y para hacer entender a muchas compañías con cierta reticencia a implantarlo, que el trabajo en remoto ofrece grandes ventajas no sólo a los trabajadores sino también a las empresas.
No voy a ser yo quien rompa una lanza a favor de la presencialidad en el trabajo, máxime cuando llevo años trabajando en una empresa precisamente pionera en la implantación del teletrabajo cuando sólo unos pocos se atrevían a plantearlo en serio.
Pero mi reflexión va más allá de todo esto. Echo mucho de menos el compartir experiencias más allá de una pantalla. Solo espero que esa nueva normalidad de la que tanto hablan no lleve intrínseca la digitalización de reuniones, y por ende, de las relaciones personales en el entorno laboral. La sociedad necesita relacionarse y compartir en persona opiniones, necesidades, inquietudes, éxitos e incluso, fracasos. Estoy de acuerdo en que es importante optimizar el tiempo y que hay infinidad de trucos, consejos y hábitos para que las reuniones digitales sean productivas, pero confío en que podamos volver a decidir qué formato de reunión o encuentro encaja mejor en función del objetivo o su finalidad.
Soraya Sabio
Sales&CRM Manager