En estos días, los datos personales de cualquier persona física, son confidenciales y por eso hay que tener mucho cuidado de para que fin van destinados. Los empresarios han de ser conocedores de los pros y los contras de esta ley y por lo tanto deben cumplir la normativa de la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos), sabiendo que un incumplimiento de ésta puede llevar a sanciones de hasta 600.000 €.
Las empresas tienen que adaptar la LOPD e imponer diversas medidas destinadas a garantizar la protección de datos de carácter personal, viendo que datos hay que proteger y en qué nivel están. Para ello hay que establecer archivos de sopotes de almacenamiento, seguir procedimientos operativos, formar al personal para un buen tratamiento de estos datos, etc. Todo ello ayudará a una buena utilización de las bases.
Pero para que todo fluya correctamente hay que saber interpretar la Ley, por lo tanto hay que acudir a personas especializadas en esta norma, con el fin de que se adecue toda la normativa y conseguir que no se creen grietas, por las cuales se filtre información que perjudique a la larga a cualquier persona que le haya confiado sus datos, y en consecuencia a la empresa de la que haya salido.
Llevar a una buena práctica esta normativa, hará del adjetivo confianza una fortaleza difícil de quebrantar por la competencia. Ya que cumplir todas las obligaciones legales les convertirá en una empresa más segura e íntima, que velará por el bienestar de todos aquellos que han depositado su confianza.