Estamos en una época donde el mundo de la tecnología nos rodea allá donde vamos. Muchos temen tanto avance, ya que desconocen el alcance que pueden llegar a tener, pero en vez de asustarse hay que adaptarse y valerse de ellas. El amoldarse a esta sociedad de la información también llamada sociedad del conocimiento en algunos casos cuesta trabajo, pero una vez conoces las herramientas y las sabes poner en práctica, te facilitan hasta límites insospechados la labor, a parte de abrirte campos que hasta entonces no sabías que existían.
Hoy en día las empresas tienen que considerar como un pilar básico las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), ya no solo por ensalzar al sociedad de la información en la que vivimos si no por el beneficio que puede aportar a la empresa, ya que las TIC pueden ayudar a la compañía a desarrollarse tanto económica como socialmente.
Todos los medios tecnológicos que han ido surgiendo son adaptables a los negocios para beneficio de los empresarios, ya que permiten la posibilidad de ampliar una empresa con mayor rapidez, reduciendo costes y tiempo, llegando a un mercado más amplio, a parte de agilizar las relaciones entres clientes y proveedores.
Es importante por último adaptar las TIC a las necesidades específicas de cada empresa, para ello hay que tener muy claro donde está y a donde quiere llegar, y a partir de ahí participar activamente en el proceso de adaptación, para conseguir unos objetivos comunes.