La creación de valor a través de la reputación corporativa
El periodo de crisis actual que estamos viviendo tiene que servirnos para hacernos valer de todas las armas que disponemos para salir adelante y poder destacar frente a terceros, lo que requiere no solo reinventar, sino revisar lo que estamos haciendo y como lo hacemos.
No es fácil replantearse las cosas cuando se creen que se están haciendo bien, o al menos marchan medianamente bien; pero cuidar la imagen y tomarla como uno de los principales activos de creación de valor en las empresas es casi un deber de obligado cumplimiento para el modelo de mercado actual.
La reputación corporativa, tan de moda ahora, debe considerarse desde todas las vertientes posibles. No solamente basta tener una buena posición en un buscador o poder dirigirse bien a los consumidores o potenciales clientes. Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos es la confianza. ¿Y cuál es el papel del marketing frente a ello? Debemos asociar la empresa a valores de confianza, como la seguridad, la sostenibilidad, la tranquilidad y el buen hacer, convirtiéndolo en una ventaja competitiva. Una imagen limpia y positiva de la empresa puede influir de manera directa y proporcional en las ventas. La democratización de las nuevas tecnologías no da margen a ninguna clase de error en este sentido.
El papel del marketing en muchas ocasiones se ha visto vendido a los productos y servicios que se ofrecen con la única finalidad de generar rentabilidad sin percibir la imagen real que se trasmite o las opiniones que vierten los usuarios como resultados de la agresividad de la empresa. Es por esto que el Marketing actualmente tiende, y debe tender, a enfocarse a generar valor y confianza entre los protagonistas sociales. Todas las empresas necesitan ese ejercicio de autodiagnóstico que tenga como resultado una reingeniería de los procesos y un replanteamiento en el concepto de la comunicación empresarial.
Áudea Seguridad de la Información
Iván Ontañón Ramos
Departamento Legal
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