Las empresas siguen recompensando por fallos que los usuarios encuentran en sus respectivas plataformas.
Esta vez ha sido Jani, un niño de tan solo 10 años procedente de Finlandia, quién ha descubierto un fallo en el sistema de Instagram.
Este fallo permitía insertar un código maligno en los comentarios que permitía su borrado, por ello la compañía ha remunerado a Jani con 10.000 dólares.
De esta manera Instagram, puede seguir corrigiendo sus errores y manteniendo la seguridad de sus usuarios, y aquella persona que haya dado con dicho error recibir una compensación.
Este tipo de casos no es raro, las empresas tienen especialistas que están constantemente buscando fallos, pero suele haber avisos externos por parte de usuarios que están familiarizados con el mundo de la Ciberseguridad.
No obstante no hay que olvidar que a la hora de buscar fallos de seguridad podemos, nosotros mismos, estar accediendo a datos sensibles por lo que podría ser un arma de doble filo, no sólo no recibiéramos recompensa si no que se podrían tomar medidas legales.
Áudea Seguridad de la Información