Grupos de derechos humanos piden que la ley sea derogada
Ciberseguridad, protección de datos, anonimato, libertad de expresión, privacidad… Estos son los temas más comentados desde este lunes, fecha en la que el legislativo chino ha aprobado una polémica ley de ciberseguridad que ha levantado quejas entre las organizaciones empresariales extranjeras y grupos de defensa de los derechos humanos.
La agencia oficial de noticias Xinhua publicó que la ley se aprueba con el fin de “controlar, defender y gestionar los riesgos de ciberseguridad y las amenazas que procedan de dentro del país o del extranjero, protegiendo la infraestructura de información clave de ataques, intrusiones, alteraciones y daños”. No obstante, la ley termina, a su vez, con los derechos y libertades de los ciudadanos chinos en Internet, prohíbe el anonimato y el uso de pseudónimos, obliga a los usuarios a dar su nombre real, exige a las redes sociales y servicios online que pidan el nombre real de los usuarios y sanciona a todos aquellas personas que critiquen al Gobierno.
Esta ley no solo afecta a los ciudadanos chinos, pero también a las empresas extranjeras que se desenvuelven en el país. Estas empresas y ONGs recibían este lunes el borrador del proyecto, pues el texto íntegro de la ley no ha sido publicado oficialmente.
Amnistía Internacional ha pedido al Gobierno Chino que derogue la ley, pues ésta termina con la privacidad y con la libertad de expresión de los usuarios. Por su parte, las empresas extranjeras temen por las limitaciones que esta ley puede suponerles en el futuro. James Zimmerman, presidente de la Cámara Americana de Comercio en China, opina que las restricciones en el flujo de datos «no aportarán beneficios a la seguridad, sino que crearán barreras para las empresas chinas y extranjeras que operan en industrias donde la información necesita ser compartida internacionalmente».
Así pues, China cierra puertas a la libertad y a la privacidad, limita a las empresas extranjeras y preocupa a las organizaciones de derechos humanos con esta polémica ley de ciberseguridad.
Silvia Mariscal
Departamento de Marketing y Comunicación