Para ello pretenden que las aplicaciones implementen una backdoor
La comisaria de Justicia europea, Vera Jourová, ha anunciado esta semana que la Comisión Europea está estudiando el modo de que las aplicaciones de comunicación cifradas implementen una backdoor con el fin de facilitar el acceso de las fuerzas de seguridad a los datos contenidos en las mismas. Así, cuando la Policía quisiera acceder a la cuenta de usuario de aplicaciones como WhatsApp, lo tendría mucho más fácil que hasta ahora.
El plan incluye una serie de medidas legislativas y acuerdos voluntarios con las empresas responsables de estos servicios que permitirían a las fuerzas policiales solicitar la entregar de datos de los usuarios de una manera “rápida y fiable”. Las medidas voluntarias se entienden como una solución rápida ya que los cambios normativos podrían tardar años en llegar.
La seguridad ciudadana, ¿el motivo?
Garantizar la seguridad ciudadana es el argumento esgrimido para llevar a cabo esta medida. Según explicó la comisaria, actualmente las autoridades policiales dependen de que los proveedores decidan voluntariamente proporcionar la información solicitada. “Dependiendo de acciones voluntarias, no podemos facilitar y asegurar la seguridad de los europeos”, dijo Jourová. Además, ministros alemanes y franceses han manifestado posteriormente que la Policía debería tener los mismos derechos en lo que respecta a los servicios de datos que los que tienen en el acceso a las compañías teleoperadoras.
El anuncio de estas medidas llega después de que la Secretaría de Estado británica, Amer Rudd, dijera que los servicios de mensajería social deberían estar obligados a entregar los datos de usuario después de que se supiera que el terrorista que ejecutó los atentados de Londres el pasado 22 marzo era usuario de WhatsApp.
No obstante, las críticas a este proyecto no se han hecho esperar. Expertos en tecnologías señalan que los cibercriminales tratarán de emplear esta backdoor para propósitos ilícitos.
Fuente: IT Pro