La adquisición de bienes y servicios en el mundo online está cada vez más arraigada en nuestra sociedad. Una vez hemos conocido los beneficios y comodidades de este nuevo modo de comprar, es difícil dejarlo de lado, y hoy se puede decir que las compras por Internet comparten protagonismo con las compras tradicionales.
Sin embargo, aun cuando tras la gran mayoría de las páginas webs se encuentra una empresa seria y fiable, esto no siempre es así, existiendo desgraciadamente otras poco seguras que tienen tras de sí oscuros intereses, y que pueden resultar un fraude.
Para que nuestra experiencia comercial en Internet sea plenamente satisfactoria, os aconsejamos seguir una serie de simples comprobaciones a la hora de realizar una compra:
1. En primer lugar, debemos asegurarnos de que el sitio web es de quien dice ser, y para ello debemos acudir al Aviso Legal que normalmente se encuentra en el pie de página de la web. En este documento debemos encontrar una serie de datos de identificación mercantil y fiscal sobre la empresa que, en un momento dado y en caso de duda, siempre se pueden consultar para asegurarnos de su veracidad.
2. A la hora de adquirir cualquier tipo de producto o servicio, el precio debe indicarse de manera completa, es decir, debe incluir tanto el precio del propio producto o servicio, como el IVA correspondiente, u otros importes adicionales como los gastos de envío o de devolución, etc, todo ello desglosado.
3. Es importante asimismo que el producto o servicio que queramos adquirir cuente con todo tipo de información relevante, como sus características o materiales, que nos permita tener un conocimiento completo del producto tal y como lo tendríamos en la propia tienda física.
4. Además, tenemos que asegurarnos de leer detenidamente las Condiciones Generales de Contratación, en las cuales deberán especificarse todos los elementos sobre la compra o contratación, prestando especial atención a aquellos relacionados con el modo de envío, posibilidad de devolución (en la mayoría de los casos, deben ofrecerse 14 días desde la recepción del producto para la devolución), las formas de pago existentes o el modo de resolución de las posibles controversias.
5. A la hora de realizar el pago, la página debe ofrecer algún método seguro para llevarlo a cabo, y recuerda que nunca pueden pedirte que introduzcas el pin de tu tarjeta. Comprueba que en la barra de dirección de tu navegador aparece el icono de un candado cerrado, y que la dirección de la página web comienza por Https://. Además, te recomendamos que lleves un registro de tus compras, y revises periódicamente los movimientos de tu medio de pago, para asegurarte de que no existe ningún error o que el precio es cobrado por duplicado.
6. Y si después de todo, ¿surge algún problema? Asegúrate de que existe algún modo de contacto con el vendedor como un teléfono, una dirección de correo postal o una dirección de email, ya que en caso de que algo vaya mal siempre podrás acudir a él para buscar una solución.
7. Por último, nunca está de más revisar previamente los comentarios y valoraciones de otros usuarios sobre el vendedor, el producto o el servicio, si es que la página web dispone de un apartado para ello. En caso contrario, siempre podemos hacer un análisis previo en Internet y echar un vistazo a las páginas web y foros especializados.
Loreto Jiménez Muñoz
Consultora Legal
Áudea Seguridad de la Información