En 2011 Apple denunció a Samsung por plagio de su mundialmente conocido iPhone y en 2012 ganó.
A pesar de ello, esta acusación fue llevada varias veces ante el tribunal para ser revisada debido a que Samsung alegaba que no había copiado el Smartphone ya que el diseño standard de un móvil es muy parecido entre marcas al ser la mayoría de ellos rectangulares, planos y con pantalla táctil. Además, la compañía surcoreana veía que los más de 900 millones de dólares que debía pagarle a la gran manzana eran una medida desproporcionada.
Finalmente el tribunal redujo la sanción ya que consideraba que no había plagiado el conjunto del famoso teléfono, si no que solo se violaron las patentes de alguna de sus partes lo que ha reducido a 382 millones la multa a pagar.
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