Hoy en día se aplica este término a una forma de protesta usando la tecnología para ello, concretamente el hacking. De ahí surge el hacktivismo.
El hacktivismo tiene diferentes formas de manifestarse pero principalmente se usan los ataques DoS y los llamados “defacements” que normalmente consisten en cambiar la portada de una web, dejando un mensaje con su reivindicación.
En paralelo al hacktivismo se encuentra la “netstrike” (podría traducirse como huelga en la red), la diferencia es que se pretende saturar una página web para que esta se caiga, cosa que no les hacía mucha gracia a los hackers, ya que no todos los usuarios tienen que sufrir las consecuencias de la protesta.
En conclusión, el hacktivismo desde el punto de vista empresarial puede ser muy perjudicial para la imagen de la empresa por eso existen servicios como la vigilancia digital que pueden ser útiles para evitar sucesos de cibercrimen como estos.
Áudea Seguridad de la Información