La comisión de delitos en Internet y en particular en las redes sociales es un tema que cada día da más que hablar. Los usuarios van tomando conciencia de que en Internet no todo vale, y de que lo que son delitos en la vida real, también lo son en la vida virtual.
El hecho de que existan responsabilidades por cometer delitos en las redes sociales (como pueden ser las amenazas, los insultos, la revelación de secretos o la usurpación de la identidad) no siempre supone, sin embargo, la posibilidad de una protección efectiva por parte de las autoridades europeas.
En efecto, no todas las redes sociales otorgan la misma seguridad frente a la comisión de delitos en el ámbito de las mismas. Ello se debe a que las leyes aplicables a una red social son las del lugar en que se encuentra radicada la sede de su sociedad, pese a que opere en múltiples países. Pues bien, el hecho de que redes como Facebook y Twitter estén localizadas en California (Estados Unidos) provoca que la legislación que se les aplica sea distinta y, en todo caso, menos protectora respecto a las violaciones de los derechos fundamentales que se produzcan en ellas, que suelen atacar el honor, la intimidad y la propia imagen de las personas.
Esto conlleva que en la práctica la colaboración de estas redes con la Policía es menor que con la red social española Tuenti, tal y como ha declarado el responsable de redes sociales de la Policía Nacional, Carlos Fernández Guerra.
Para hacer frente a este problema, la Unión Europea está trabajando en un nuevo marco europeo de protección de datos, que permita aplicar las normas europeas a toda empresa que preste sus servicios a ciudadanos europeos, independientemente del lugar en que se encuentren radicadas. Además, probablemente se establezca la obligación para las empresas de notificar a las autoridades lo antes posible cualquier violación grave en materia de protección de datos que se haya podido producir en ellas.
A la vista de que las redes sociales radicadas en Estados Unidos parecen poco dispuestas colaborar voluntariamente con las autoridades en la persecución de los delitos que se cometan en ellas, quizá compelerles legalmente a ello puede ser una buena solución. De esta manera no sólo se evitaría la comisión impune de estos delitos, sino que además se tendería a igualar las reglas del juego entre las redes sociales europeas y las americanas, dando lugar a una mayor competencia entre ellas.
En todo caso conviene saber que, a día de hoy, no existe en la Unión Europea la posibilidad legal investigar con los mismos medios los delitos cometidos en redes sociales como Facebook o en Twitter que en redes sociales europeas como Tuenti. Los delitos son los mismos, las protecciones distintas.
Habrá quien piense que poner trabas a las redes sociales es tratar de poner puertas al campo. Sin embargo, como se ha dicho al comienzo de estas líneas, la demanda social en este aspecto es cada vez mayor, en cuanto que muchas de las libertades con las que cuentan las social networks van en detrimento de derechos fundamentales de los usuarios, de los que no se debe olvidar que son, al fin y al cabo, personas.
Áudea Seguridad de la Información
Pedro Amorós Tenorio
Consultor Derecho TIC