“El crecimiento de la demanda ciudadana sobre sus derechos en materia de protección de los datos personales es un fenómeno incontestable.
En 2009 el número de reclamaciones planteadas ante la AEPD ha dado lugar a un incremento del 75% de las actuaciones iniciadas (…)”
Así reza la Memoria del año 2009 de la Agencia Española de Protección de Datos, a la hora de justificar su actividad sancionadora.
Ante este hecho, cabe hacerse 3 preguntas:
Teniendo en cuenta la naturaleza de muchas de las denuncias archivadas (denuncias por errores en facturación, inexactitudes en bases de datos, negación de haber consentido cuando hay una grabación que así lo demuestra y se informó de dicha grabación, o por medidas de seguridad supuestamente deficientes al acceder a una cuenta personal de correo electrónico…), y de otras tantas que acaban siendo sancionadas (Error en comunicación carta de despido, Documentos en la basura con datos personales, Falta de información previa a control laboral por huella dactilar…), cabe hacerse varias preguntas:
¿Cree el denunciante que las multas que impone la Agencia Española de Protección de Datos son indemnizaciones y que es la oportunidad de hacerse rico?
¿Cree la Agencia que hace algún bien atendiendo denuncias que constituyen una clara venganza por parte del denunciante?
¿Es el daño sufrido por el denunciante comparable con la multa que impone la Agencia? (sobre todo, teniendo en cuenta que los jueces de lo civil no conceden indemnizaciones tan cuantiosas cuando se acude a ellos por defensa del Honor, de la Intimidad Personal y Familiar y de la Propia Imagen).
Desde un punto de vista social… ¿merece la pena que una empresa tenga que cerrar y despedir a sus trabajadores porque se haya incumplido por error o accidente con la LOPD?
La crisis que estamos sufriendo y la memoria de la Agencia del año 2010, darán respuesta a algunas de estas preguntas, aunque no me resulta extraño imaginarme a algún denunciante gastándose un dineral en celebrar una multa con la familia y los amigos, a expensas de un dinero que nunca recibirá.
Áudea Seguridad de la Información
Departamento de Comunicación y Marketing